Capítulo3.

Preferiría ahora imaginar que te soñaba como un antiguo caminante hecho de humanidades o de audacia. Pero a la primera juventud es propia una ternura sin reservas, y luego la tradición más inmediata, es como el primer amor, la primera cosa que mas quieres que quieres olvidar pero no puedes que aun la quieres que aun sigue ahí, que aun la ves, que aun la puedes tocar, y ahora solo se que tocaba los objetos, te buscaba revolviendo memoria. Después, con los brazos cruzados, sobre la cama, pasaba tiempo y tiempo. Conocía que estaba en un dulce sueño, donde los sueños se hacían realidad y entonces me desperté, si era un sueño un sueño que no se puede hacer realidad, ¿Qué me pasa? ¿Qué te pasa? ¿Qué nos pasa? Y aprendía a ver el mundo sin ti, a llenar mi vacío con las cosa, no recuerdo exactamente cómo terminó. Más tarde me parecía un sueño, otro sueño igual, pero al fin era nuestra historia, nuestra historia que nunca más tendremos, que nunca más se ara realidad.